Fue fundado oficialmente en 1902 y cuenta con una población relativamente pequeña, caracterizada por una fuerte identidad campesina y cultural. Su economía se basa principalmente en la agricultura, destacándose cultivos como el café, el plátano, el fríjol y el maíz, además de la ganadería de pequeña escala. Palestina también es reconocida por su entorno natural, con paisajes montañosos, nacimientos de agua y una biodiversidad notable, lo que le da potencial para el ecoturismo. A nivel cultural, conserva tradiciones religiosas, festividades locales y una arquitectura típica de los pueblos andinos. Pese a su tamaño, el municipio ha mostrado interés en proyectos de desarrollo sostenible, educación rural y conservación ambiental, lo que lo posiciona como una localidad con un profundo vínculo con su territorio y una identidad comunitaria fuerte.